Casi siempre, en el momento de pensar en una reforma, se tiende a posponerla ya bien sea por un
tema económico o por la incomodidad que pueda suponer. La reforma de una cocina puede
conllevar varias ventajas económicas.

Es cierto, cualquier reforma es incómoda si vivimos en el lugar en la que se realiza. Si se trata de
reformar la cocina puede llegar a ser incluso un problema pues trastorna los horarios y las formas
de cocinar. Pero, a cambio, se obtiene un gran beneficio.
En primer lugar la reforma de una cocina conlleva tomar la decisión de qué tipos de muebles son
necesarios. Teniendo en cuenta el número de personas que viven en la casa o que se estima que
puedan pasar temporadas en ella elegir el tamaño y el material de los muebles será un ahorro
considerable para el futuro. También se debe tener en cuenta su limpieza, un material que sea
fácil de limpiar ahorrará mucho tiempo y proporcionará mayor comodidad.
El tamaño de los muebles de la cocina ha de ser proporcional a la cantidad de víveres que es
necesario guardar en ellos. Una compra en un supermercado puede salir mucho más barata si se
planea para que dure unas semanas que si se hace cada dos o tres días. Del mismo modo, los
electrodomésticos de la cocina adecuados resultan un gran ahorro.
La luz es imprescindible en todas las cocinas. Agrandar un ventana o instalar luces artificiales
estratégicamente es un gran ahorro en energía y una gran ventaja para la seguridad cuando se está
cocinando.
La elección entre las placas de vitrocerámica eléctricas o las cocinas que precisan gas o butano
también es importante en el ahorro, teniendo en cuenta las horas que se emplean en cocinar y el
tipo de alimentos. En Mobles Bustos te aconsejaremos.
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